Opinión
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22/07/2024
Publicado en
Expansión
Ainhoa Garmendia |
Profesora asociada de Tecnun-Escuela de Ingeniería de la Universidad de Navarra
Observemos por un instante los objetos que nos rodean. ¿Por qué son como son? ¿Quién los ha diseñado, y para quién? Cuando iluminamos el escritorio con una lámpara ajustable, nos sentamos en una silla tubular o utilizamos objetos domésticos prefabricados, nos beneficiamos del revolucionario diseño de la Bauhaus, la legendaria escuela de arte y diseño de inicios del siglo XX. Detrás de estos objetos tan característicos, se encuentra Marianne Brandt, la artífice que sintetizó el diseño de la Bauhaus. Esta diseñadora desempeñó sus labores en un mundo creado por y para los hombres, donde tuvo que hacerse un hueco para desarrollar sus diseños en metalistería. Así es como silenciosamente entre una patrulla de hombres diseñadores, forjó el identitario estilo de la Bauhaus y por ende, el diseño industrial de la modernidad.
Entre los años que vivió la escuela Das Staatliche Bauhaus, de 1919 a 1933, el director Walter Gropius reunió a los mejores artistas de su época: Wassily Kandinsky, Paul Klee, Mies Van der Rohe, entre otros. Los diseños de alumnos y maestros apostaban por la funcionalidad cuidando los aspectos formales, con el objetivo de diseñar un hábitat adecuado para el ser humano. Aunque la escuela se autoproclamara democrática, las mujeres vivieron una situación marginal. No solo por la ausencia de maestras, sino también porque las inscripciones de mujeres estaban rigurosamente controladas. Las alumnas recién inscritas eran dirigidas a estudiar al taller textil o de cerámica. Brandt, sin embargo, tuvo un poco más de suerte. Fue la primera mujer admitida en el taller de metales y posteriormente en dirigirlo.
Artista y diseñadora, Marianne Brandt (Alemania, 1893-1983) ha pasado a la historia como una de las pocas mujeres de la Bauhaus que destacó en el mundo del diseño masculino. Sus creaciones han perdurado en nuestro imaginario del diseño doméstico, entre ellos destacan el flexo, lámparas colgantes y servicios de té. Otros diseños de Brandt siguen todavía maravillando a los coleccionistas. La tetera MT49 de formas constructivistas batió el récord en la subasta celebrada en Sotheby's’s de New York en 2007. La cifra se cerró en
$361,000. La propia Brandt diseñó y fabricó a mano este prototipo original en el taller de la Bauhaus en 1927. Diseñado en metal y caoba, sus formas puramente geométricas están inspiradas en el artista constructivista húngaro László Moholy-Nagy, entonces maestro del taller de metal. Este collage de formas planas y esféricas crea una escultura que casualmente parece que formen una tetera. Sin embargo, no hay nada de casual. Brandt diseñó el objeto de tal manera que la forma esté directamente relacionada con la función a ejercer. Según el comisario de la Bauhaus Archive Klaus Weber, Brandt encapsuló la esencia de la Bauhaus con su diseño.
Curiosamente, sus inicios en el taller no fueron del todo cómodos. En su carta a las jóvenes generaciones (Letter to the Younger Generation) de 1970, comentó: “Al principio, no me aceptaron con agrado, sentían que no había lugar para una mujer en un taller de metal. Más tarde me lo confesaron y, mientras tanto, expresaron su descontento encargándome todo tipo de trabajos aburridos y monótonos. ¿Cuántos pequeños hemisferios martillaba pacientemente en plata nueva y quebradiza, pensando que así tenía que ser y que todos los comienzos son difíciles?”.
En realidad, las historias de las mujeres de la Bauhaus fueron conocidas mucho más tarde. Incluso el museo de la Bauhaus ha expuesto recientemente sus diseños femeninos para enmendar la historia. “Cuando diseñemos un mundo que esté destinado a funcionar para todos, necesitaremos que haya mujeres en la sala”, comenta Caroline Perez-Criado en su libro Mujeres Invisibles, una historia sobre ausencias. “Al no incluir la perspectiva de las mujeres se impulsa un sesgo masculino no intencionado que pasa por «neutro» desde la perspectiva de género”. El mundo necesita más voces y miradas femeninas que expresen su experiencia desde su propia realidad para resolver retos que quedan todavía por diseñar.